26 marzo 2013

¿Y si los precios de la vivienda nunca dejan de caer?

El factor demográfico es el que sale a responder la pregunta del título. Y así es como titula Elena Sanz de El Confidencial un artículo con datos y análisis provenientes de un informe de Catalunya Caixa sobre el mercado inmobiliario a largo plazo. El estallido de la burbuja inmobiliaria japonesa, hace ya más de dos décadas, es el referente histórico más claro.

Un 15%, un 20%... ¿cuánto queda de caída al precio de la vivienda en España? Es la pregunta del millón, y son múltiples las respuestas. Depende de a quién se pregunte. Incluso hay expertos que ya hablan de suelo en determinadas zonas de España. Pero, ¿y si España, tal y como ha sucedido en Japón, se enfrenta a una caída permanente de los precios? El país nipón lleva dos décadas con caídas imparables en los precios de la vivienda. A finales de 1989 estalló su burbuja inmobiliaria y, desde entonces, el goteo a la baja ha sido incesante.

Son muchos los factores de los que se habla para justificar la caída de precios actual en España, como la brusca caída de la demanda debido al brutal incremento del paro y la falta de financiación o el exceso de oferta. Sin embargo, ha habido un factor, el demográfico, que ha pasado totalmente inadvertido y que podría tener un brutal impacto sobre el crecimiento del sector inmobiliario y sobre su recuperación. España envejece. Y lo hace a pasos agigantados.

"¿Y si los precios de la vivienda nunca dejan de caer? España envejece y amenaza al ladrillo" (El Confidencial, 26-03-2013)

12 marzo 2013

Reseña de La ola que arrasó España

Destacable reseña del libro de Guillermo Valcárcel, 'La ola que arrasó España', firmada por Álvaro González en Valencia Plaza. El autor ejerce de testigo directo del desarrollo del sector de la construcción para escribir el relato de los años del ladrillazo.

Lo interesante de la obra es que no carga contra lo que él denomina "ellos", es decir, los poderes financieros y los políticos, como un eje del mal que conspira para enriquecerse a costa de los buenos ciudadanos engañándolosa con una estudiada treta, lo que demanda ahora sin freno la 'sociedad indignada'. Él habla de algo más complejo, de leyes que se escribieron para no ser cumplidas, de capitales de provincia y promotoras asociadas de forma casi feudal, pero especialmente de nuestra culpabilidad por haberlo permitido:

"La calidad de la peor ley no es tan dañina como la lectura corrupta de una ley perfecta. El primer culpable en democracia de aceptar una Administración sumisa es la misma sociedad que la mantiene".

La narración tiene dos vertientes, una económica y otra humana. Por un lado está el gran negocio. Los que logran que la prensa se ponga a proclamar a los cuatro vientos que hay que comprar en el momento exacto en el que, como él dice, "los Rockefeller venden". Un chollo que venía impulsado por una serie de ideas fuerza, que los españoles no alquilan y que el precio de la vivienda nunca bajará.

‘La ola que arrasó España': Viaje abominable a los años del ladrillo, Álvaro González (Valencia Plaza, 07-03-2013)